viernes, 16 de octubre de 2009



EL COLOR “DORADO”



Los colores han sido y son la sustancia del mundo que nos rodea.
Desde hace siglos las antiguas civilizaciones como la Egipcia y la Griega le daban un significado simbólico a algunos colores. También en China e India, en el Islam, y dentro del arte paleocristiana se ha otorgado una enorme importancia al valor simbólico de los colores.
Por su presencia, el color se encuentra vivo, provocando sensaciones, emociones y recuerdos.
En un contexto global de comunicación, debemos tener presente que en diferentes culturas, la interpretación de un mismo color podría ser diferente, lo cual se observa en cada una de las regiones de nuestro planeta.
Así podemos notar que en América Latina, y en general en las regiones calientes, se prefieren las tintas fuertes y brillantes, mientras en las regiones mas frías los colores naturales encuentran son más apreciados.

Para este trabajo, escogí el color oro, conocido también como DORADO para distinguirlo del metal utilizado en joyería, industria, electrónica y otras aplicaciones. El oro es un elemento químico de número atomico 79, situado en el grupo 11 de la tabla periódica. Es un metal precioso blando de color amarillo. Su símbolo es Au (del latín aurum).Es un metal de transición blando, brillante, amarillo, pesado, maleable y dúctil




El color dorado, es también sinónimo de prestigio y regalos. Evoca sentimientos de extravagancia, iluminación, sapiencia, riqueza, poder. Generalmente viene asociado al sol, grandes ideales, sabiduría, conocimiento, y a bienes lujosos y ostentosos
El color oro muchas veces simboliza alta calidad, se relaciona con lo sacro, la divinidad. Revitaliza la mente, la energía, y la inspiración, alejando el miedo y las cosas superfluas. El dorado equilibra la mente y ayuda contra la depresión.
Es un color que difícilmente se observa en los dibujos de los niños.



CUALIDADES POSITIVAS


Como color básico

Se dice que las personas cuya preferencia es el color dorado siempre aspiran a metas más elevadas. Se fijan un objetivo que muchos considerarían imposible; sin embargo, disponen de la energía y la fuerza de voluntad necesarias para llegar a alcanzar lo que se proponen.
Acompañan sus deseos y objetivos con alguna causa que consideran justa, de forma que sus aspiraciones se convierten en una lucha de algo más que material. Su aura le provee de un gran poder de convicción, por lo que si se lo proponen son capaces de liderar grupos e influenciar a cualquier persona. De hecho suelen despertar cierta admiración por su fortaleza, decisión y su capacidad de convertir sus sueños en realidad.

Como color secundario

Este color indica que estamos atravesando una etapa en la que nos esforzamos por alcanzar algún objetivo importante en nuestra vida. Poniendo todo de nuestra parte, incluida nuestra fe, para conseguir lo que nos proponemos. Indica que vamos por buen camino.Variantes positivas del dorado: dorado brillante o dorado luminoso.


CUALIDADES NEGATIVAS

Como color básico

La persona con color dorado puede llegar a exigirse mucho así mismo. Esto puede ser un problema porque a veces se presiona tanto en conseguir un objetivo que se bloquea y termina con una sensación de frustración demasiado grande, lo que podría volverlo vulnerable a caer en enfermedades como el estrés y la depresión.Por otro lado, con su don de gentes puede convertirse en alguien muy manipulador e incluso peligroso si fuera capaz de arrastrar masas con malas intenciones.Como color secundario
Este color indica la persona puede estar atravesando un momento demasiado exigente para con si mismos, quizá porque sus objetivos son demasiado exigentes. Son más propensos al estrés y la depresión.
Palabras claves del color dorado: sobrenatural, realeza, símbolo del dinero, riqueza, esencia del espíritu divino, apertura espiritual, fortaleza.









La Edad de Oro de esta civilización tuvo una sorprendente continuidad que se extendió por miles de años.
Muchos historiadores consideran a esta dinastía como la Edad de Oro de Egipto, es en gran medida por las riquezas que fluyeron hacia el país de las tierras conquistadas como tributo y botín de guerra, que posibilitaron el esplendor y las construcciones de esta época.
Las más impresionantes contribuciones de estos faraones victoriosos han sido el gran templo de Karnak, los templos de Deir el Bahari, Luxor y los posteriores de Abu Simbel, Medinet Habu y tantos otros testimonian la grandeza de este período que estableció la reputación de Egipto como una de las grandes potencias del mundo antiguo.
Durante esa época Egipto alcanzó los mayores logros espirituales y materiales. Fue la época en que esa nación alcanzó su punto más alto de desarrollo cultural, político y social.
En el caso del antiguo Egipto, y a pesar de la prolongada evolución y desarrollo de esa civilización, hay sólo pocas épocas que han sido definidas como la Edad de Oro faraónica.
Sin embargo, otra corriente de pensamiento que goza de apoyo más numeroso entre los historiadores es la de atribuir tal galardón al Antiguo Imperio y especialmente a la Cuarta Dinastía, en la que reyes como Snofru, Khufu, Khafra y Menkaura (mejor conocidos estos últimos como Kheops, Khefrén y Micerino) brillan con luz propia como responsables de maravillas que han desafiado al tiempo, las grandes “pirámides de Dashur y Guiza”.















BIBLIOGRAFÍA

Ch. Desroches-Noblecourt, “Le style égyptien”, París, 1946.

A. Gardiner, “Egypt of the Pharaohs”, Oxford, 1961.

J. Harris, “The legacy of Egypt”, Oxford, 1971.

M. Lehner, “The complete pyramids: solving the ancient mysteries”, Nueva York, 1997.

R. Leprohon, “Middle Kingdom, overview” en la Encyclopedia of the Archaeology of Ancient Egypt, Londres, 1999, 47-53.

J. Malek, “In the shadow of the pyramids: Egypt during the Old Kingdom”, Oklahoma, 1986.

D. O´Connor, “Political systems and archaeological data in Egypt (2600-1780 BC)”, World Archaeology 6, No. 1, 1974, 15-38.

I. Shaw (ed.), “The Oxford History of Ancient Egypt”, Oxford, 2000.

W. Stevenson Smith, “The Art and Architecture of Ancient Egypt”, Harmondsworth, 1981.




El Imperio Inca


El Imperio Inca (quechua Tawantinsuyu, a veces castellanizado Tahuantinsuyo) fue la etapa en que la civilización Inca logró su máximo nivel organizativo y se consolidó como el estado prehispánico de mayor extensión en Ameríca. Abarcó los territorios andinos y circundantes desde San Juan de Pasto, al norte, hasta el río Maule, al sur; actualmente territorios del sur de Colombia, pasando por Ecuador, Perú, Bolivia, hasta el centro de Chile y el noroeste de Argentina. El Tawantinsuyu (nombre original que tuvo el imperio) significa en quechua: "las cuatro regiones"
El área andina de Perú, Bolivia y Ecuador fue la cuna de la metalurgia a nivel sudamericano y surgió sin ninguna influencia proveniente del Viejo Mundo.
La dedicación mostrada en el trabajo con piedras también se ve en la escultura Inca. También moldearon y tallaron a gran escala edificios como el Sagrado Templo del sol en Cuzco, pero también realizaron obras más pequeñas. En la época de la conquista los archivistas describieron las extraordinarias y estatuas hechas de oro y plata. Desafortunadamente pocas existen hoy, porque los españoles las fundieron. Solo hay ahora algunas figuritas, ya que muchas de ellas fueron enterradas con sus muertos en señal de ofrenda en ceremonias religiosas. Tanto como sus creencias en las piedras, los Incas creían que el uso de metales era un factor muy importante en sus vidas.
Aunque el Imperio Inca era grande y avanzado, floreció solo por un corto período. Empezando alrededor del 1450 (duro menos de un siglo). En 1532 Francisco Pizarro llegó a Panamá y aprovechando la debilidad de una cultura en guerra civil, atacó y mató a Atahualpa, significando el final del Imperio Inca. Hoy en día los arqueólogos trabajan para revelar algunos de los misterios enterrados como el ORO.
























BIBLIOGRAFÍA
www.raulybarra.com/museos/joyeria_inca/galeria3.htm


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